Amarse a sí misma Blog

¿QUE POR QUÉ LO HAGO?

¿POR QUÉ LO QUE ME HACÍA MORIR A DIARIO, ME AYUDÓ A SACAR DE LA MISMA MUERTE EXISTENCIAL, A TANTAS DE USTEDES CON ANSIAS DE BRILLAR?

Les cuento un poco lo que me trajo aquí, al hoy, a poder gritar al viento lo que soy, y a dónde quiero llegar sin temer dañar a alguien.

 

Para quienes leen esto; es parte resumida de mi historia, quizá leyéndola se parecerá a la vida de alguien que conocen porque la agonía eterna de la zona de confort ( libro que escribí durante el calvario que soportaba por no hacerme cargo, por no amar a mi mujer interior) es común, es un estado de abandono mental y físico, es preferir morir, antes que arriesgar, es mantenerte en un sitio, empleo o relación porque nos conformamos con eso; y esta historia, mi historia, la cual es muy común en latinoamérica sobre todo… el hecho de depender de un hombre, creernos vulnerables si estamos solas, es la comida diaria de muchas mujeres hoy, y quizá ya en la familia de sus madres era igual; como pasó con mi madre (Abandonarnos en una relación de pareja sin amor).

 

¿Qué se siente ahí?

Es levantarse día a día en un sitio que te asfixia, donde al tomar el desayuno adviertes que la garganta se cierra, el pecho tiene ganas de estallar y hay mil verdades atoradas sin poder decirlas, y así también son el almuerzo, y la cena. Es silenciar esa carga que acarreas porque el temor te acosa, te dice que jamás podrás; primero, no animarnos a hablar, es el primer miedo; el segundo miedo es hacer una película de qué pasaría si hablamos… y de los hijos si los hay qué les ocurrirá; el dolor que le causará a tu pareja, y sobre todo está la incertidumbre de qué pasará luego, dónde viviré, dónde y cómo harán la escuela? te preguntas y repreguntas en  cada paso del día… y es así como dejas pasar un día tras otro callando tu verdad; y los días se hicieron años y tu interior ya no es el mismo, te sientes marchitar a pasos agigantados prefiriendo a veces querer que la vida termine así evitarías todo eso que duele y que en realidad podrías cambiarlo, pero no encuentras el valor de hacerlo; y es cuando se anima a hablar esa voz de la verdadera TÚ dentro, aún sientes que te pide que hagas algo, quieres no escucharla, y por ello te conformas a diario, te convences de que al menos tienes alguien que te quiere, un techo, y salud… así te haces callar tu misma en el día a día.

Pero llega un momento en el que ya es desgarrador lo que aturden tantas frases sin decir, tantos momentos que no te hicieron bien; todo lo que se acumuló durante años, ahora pesa y te deja sin aliento… es cuando esa luz interior, esa voz, la verdadera MUJER dentro tuyo, ahora hace más ruido, ya no quiere callar, dejaste pasar mucho tiempo, hasta tuviste más hijos para creer que ellos llenarían el vacío interior; pero no fue así, todo lo que callaste, te convirtió en vacío a tí como persona. Callar te lleva a morir por dentro; y no estás aquí para eso. 

Todos vinimos con una misión, y para reconocerla, primero debemos encontrar la paz interior, la naturaleza de la mente que es divina, es pura, es paz; y amar defendiendo lo que somos en realidad.

 

Mi porqué hago esto; porque al caer en el pozo más obscuro de mi vida, un día como cualquiera; mi desesperación por gritar y llorar eran insostenibles; mí sentido de vivir ya no tenía rumbo; sabía que algo estaba haciendo mal desde hacía una eternidad de  tiempo, también sabía que sólo de mí dependía arreglar lo que se pudiera y hacerlo urgente era necesario; así es que salí por las calles en bicicleta, con mi rostro lleno de lágrimas que para nada querían cesar de caer, y llegué a donde sabía que me ayudarían a hilvanar lo que ocurría; y así saber lo que debía curar, entender, comprender, y sobre todo perdonar lo pasado, para hacerme cargo de tomar mi vida en mis manos. 

Todas las historias familiares son distintas, pero todas nos dejan algo para llevar en nuestro interior, para que hagamos con ello lo mejor para nuestro presente, y que esa rama de tu árbol sea bella por dentro y no hagan falta maquillajes para embellecerte por fuera. Lo que hoy les ocurre a ustedes, es lo que me trajo aquí, querer sentir alegría sabiendo que puedo ayudarlas a ver quiénes son de verdad, y que hagan de su vida un camino bello a transitar. 

TE ACOSTUMBRASTE A HACER FELICES A LOS DEMÁS (Por eso te camaloneabas, cambiabas de careta para caerles bien)

No es una herida de un día para el otro lo que me ocurría, son años de silencios que causaron montañas de dolor, porque antes de esto, de la pareja, callaba en mi entorno desde pequeña, callé cuando al poco tiempo de conocerlo, mi sexto sentido al cual hay que escuchar porque todas lo tenemos; ése sentido que no se equivoca, me decía que lo dejara, que no era para mí, y la piel es quien apoyaba esa moción, (no había química) pero seguí, y le hacía hacer silencio a mi interior que se daba cuenta de ello.

Así pasaron los años, y día a día quería dejarlo; vivía en pareja ya con él, no habían hijos aún; pero saben que´? No confiaba en mí, me sentía una mujer que de nada servía, a dónde iría, con lo que trabajaba no podría vivir y mantenerme; prefería sabotearme a hacerme cargo… simplemente seguí quedándome a su lado; sentía que si lo dejaba él sufriría, como que era mi obligación hacerle bien, porque él sí me amaba, y aún creo que me ama. Y por temor a todo eso, dejaba pasar el tiempo, saboteaba mi potencial conformándose esa mujer, con nimiedades, tapando toda voz desesperada de mi interior, la disfrazaba y la convencía de que al menos estaba bien dentro de todo, porque era y es una persona buena; porque al menos no me pega, y de qué  me quejaba entonces me decía a mí misma. ¿De qué se quejaba mi interior?

 

Simple… no había amor, no crecía como persona, lo veía más como mi salvador y mi cuidador, que como a una pareja, y así no es el compartir la vida con un par; no debe estar esa dependencia del uno con el otro, eso de que nos tiene que cuidar y hacernos felices, y la verdad es arruinar la vida del otro. Ya desde el momento en el que sale de alguno de los dos, la frase: Desde que te conocí no sé qué sería mi vida sin tu estar… Así sea como una planta, o muerta; pero seguir y seguir, te está diciendo que eso es enfermedad, es dependencia, y en mi caso era mutua; no era amor, fue dependencia,  tenerle pánico a la soledad, es no tener amor propio, y es un falso amor hacia el otro; porque el que ama sabe que es bello ver sonreír a quien ama, sobre todo dejándolo libre.

 

Por todo esto, mi pasión es hacerles ver que la mujer, nosotras, somos poderosas por naturaleza, bellas más por dentro que por fuera, y que podemos darle tanta paz al mundo si tan sólo somos quienes somos de verdad. 

He pasado tiempo escuchando y ayudando a miles de mujeres, y el silencio que las mantiene en el sufrir cotidiano, es el temor que es causado a su vez por la inexistencia desde su infancia, de amor propio. 

Amo verlas y escucharlas contarme que ya no son las mismas cuando se atreven a hacer todo lo que es necesario para que sean libres de temores; y me emociona hasta las lágrimas saber que pude ayudarlas. 

 

La próxima eres tú; y estoy dichosa del valor que te impulsó aunque el temor siga susurrando tus oídos, que él te impulse a más. ¡Te espero!

SONIA NATACHA LUCERO.

  • Cura para ya no sentir temor de quien eres realmente
  • Cura para que nadie sea objeto de tu propia frustración
  • Cura para que al escuchar te amo, primero te estés amando tú, y no sean dependientes

Quiero conocerte y saber cómo puedo ayudarte

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